Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2016

Ser el enfermo: la otra cara

Imagen
Lo más normal para la mayoría es encontrarse bien. Pero a veces se reúnen Las Parcas y enfermamos. La salud, que tenemos por una norma inamovible, se nos ha ido de golpe, pillándonos por sorpresa, y hemos caído en las garras desaprensivas de algún virus o bacteria que nos somete a fiebre, tos, mocos y dolorimientos varios. ¡Estamos enfermos!    La situación de enfermedad, aunque banal, arrastra un séquito antipático de tristeza, mal humor, desgana y autocompasión. Nosotros, que no paramos quietos un segundo, que llevamos una vida de lo más interesante, que caminamos pisando fuerte, nosotros cuya cabeza bulle de ideas y proyectos importantísimos, de repente hemos topado contra un muro que ahora mismo es infranqueable. ¿Cómo es eso posible?    Pasado el primer desconcierto, normal en una sociedad imbuida de su importancia, se impone una reflexión. Ha llovido mucho desde que tener salud y no estar enfermos eran una misma cosa. El 7 de abril de 1948 la OMS definió la salud como “un