Mi amiga, mi tesoro

De vuelta de vacaciones, me gustaría proponer una reflexión sobre la importancia que tienen las amigas en la vida de toda mujer. En nuestro día a día nos relacionamos con gente de distintos sexos, edades y formas de pensar, y entre ellos se encuentra la persona a la que recurrimos cuando algo se tuerce en nuestras vidas. Puesto que casi siempre existe es “algo” por el que preocuparse y que el cerebro humano es un órgano social, compartimos a menudo nuestras pequeñas desgracias con el prójimo, léase en el entorno familiar, laboral o vecinal. Sin embargo, cuando ocurre algo grave y necesitamos con urgencia comprensión y apoyo incondicional llamamos a las amigas, a esa o esas (pocas) personas en las que una mujer encuentra siempre consuelo porque estas sí que son de su misma sangre. El “ corporativismo ” femenino se ha forjado con los siglos. Sus raíces se encuentran en las discriminaciones sufridas a lo largo de la Historia, que plantearon la ...