El sexo del cerebro

Así al menos lo promulga Catherine
Vidal,
directora de investigación del Institut Pasteur de
París. Aunque existen diferencias en las zonas cerebrales que controlan la
reproducción (específicas para hombre y mujer), en lo que se refiere a las
zonas cognitivas (razonamiento, memoria, atención, lenguaje), la diversidad es
la norma. El resultado es que ambos tienen cerebros diferentes, del mismo modo
que no hallamos dos cerebros iguales entre individuos del mismo sexo. Las
técnicas actuales tampoco han mostrado diferencias entre cerebro derecho e
izquierdo (aquello que haría que las mujeres fueran capaces de hacer muchas
cosas a la vez y los hombres, no). Existen enormes diferencias entre los
individuos, sí, pero sin dependencia del sexo. La función de los órganos
sexuales está, como en los animales, ligado a las hormonas, no así el momento
de los encuentros ni la elección de la pareja. Pretender que la testosterona
hace a los hombres agresivos y competitivos y que los estrógenos convierten a
las mujeres en sensibles y sociables, nace de una visión demasiado simplista,
dice Vidal. Durante la evolución el córtex cerebral se ha doblado sobre sí
mismo formando las circunvoluciones que, desplegadas, ocupan una superficie de
2 metros cuadrados por 3 milímetros de grosor. Además los circuitos neuronales
se van construyendo según la historia de cada uno, creando así una gran
diversidad de individuos y no estereotipos ligados al sexo.
La mediática CatherineVidal tiene sin
embargo, muchos detractores.
Conocida militante de las filas feministas, se la acusa de utilizar sus
investigaciones para demostrar la igualdad entre sexos apostando por un punto
de partida cerebral común. Algunos tildan sus investigaciones de manipuladas
por razón de ideología. Mal asunto para un científico, a quien se exige el
máximo rigor.
La creamos o no, puede concluirse que todavía queda un buen trecho
por recorrer en el conocimiento del cerebro.
Comentarios
Publicar un comentario
Breve y conciso. Gracias.