Sexo +60 (Post 4 de 14)

En el post
3 hablaba de la importancia de relacionarse positivamente con los demás. Los
“otros” están ahí y son igual de importantes. Siempre que no practiquéis sexo
en solitario el otro, como vosotros, tiene derecho a pasar un buen rato, a disfrutar,
a llegar al clímax. De manera natural debería pensarse siempre en este otro; cuando
convivís lo encontráis cada día al despertaros y os acompaña hasta la
desconexión nocturna; y, si se trata de una pareja ocasional, compartirá un
trocito de vuestro tiempo, de vuestra vida. En ambos casos tenerlo en cuenta,
respetarlo y mimarlo en lo posible durante la práctica sexual beneficiará el
bienestar de ambos. Cada vez que se practica sexo en pareja es muy importante
no dejar el otro insatisfecho. Eso facilitará que mantenga el interés y el
deseo. ¡Todo el mundo sale ganando!
Habéis
adoptado una creencia, seguís una filosofía, practicáis una religión; la fe que
tenéis en ellas os ayuda a tirar del carro, a superar baches y momentos
oscuros, a ser una persona mejor. ¡Perfecto! Pero esa creencia, filosofía o
religión deberían permitiros también desarrollaros totalmente como seres
humanos libres que toman sus propias decisiones sin que ningún gurú ni Dios se
entrometan. En el supuesto de que alguien quiera imponeros un modelo de
conducta determinado, deberíais deteneros a reflexionar. El control de vuestro
cuerpo y de vuestra alma os pertenece. Sólo a vosotros. No os los dejéis
arrebatar.
Las
limitaciones impuestas (por la religión sobre todo) han perjudicado mucho al
sexo y se erigen, aun hoy, como barreras para el pleno disfrute del cuerpo. Durante
gran parte de la Historia, muchos hombres y mujeres no se han podido
desarrollar “normalmente” en este sentido, los primeros por una obligada
contención y las segundas por una forzada sumisión (entre otros factores). Vale
decir que muchas religiones ven todavía la homosexualidad como una aberración
de la naturaleza; los homosexuales, incomprendidos y repudiados, han debido renunciar
a menudo al placer del sexo compartido; han sufrido la injusticia de una
represión forzosa.
Y precisamente
se trata de lo contrario. La práctica del sexo quiere imaginar, palpar,
explorar, relajarse, soltarse..., y para conseguirlo se precisa una mente libre
y sin ataduras condicionantes.
(Continuará)
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(Foto libre de pexels.com)
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Breve y conciso. Gracias.